Pastel de Limón

Después de mucho tiempo sin subir recetas hoy vuelvo con una para los amantes de los cítricos. Esta tarta se le da un aire a las tartas de queso, solo que en esta, sobre la capa de bizcocho hay una crema de limón con una gran intensidad de sabor. Os dejo con la receta.

INGREDIENTES:
Para la base:

• 200 gr Harina de repostería
• 150 gr Mantequilla
• 50 gr Azúcar glass
• 1 Pizca de sal

Para la crema de limón:

• 250 gr de Azúcar
• 80 gr Harina de repostería
• 3 Huevos grandes
• El zumo de 2 limones
• La ralladura de 1 limón

Ponemos a calentar el horno a 170 ºC y procedemos a tamizar la harina y el azúcar glass.

Preparamos la base de nuestra tarta, para ello, tendremos que haber dejado la mantequilla fuera del frigorífico el tiempo suficiente para que podamos trabajar fácilmente con ella y le añadimos el azúcar glass, mezclamos con ayuda de una espátula o unas varillas hasta que se cree una crema suave de color blanco.

Sobre esta crema, incorporamos la harina ya tamizada y la pizca de sal y mezclamos hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos, para ello, es conveniente trabajar la masa con las manos una vez que parte de la harina se haya integrado en la crema de azúcar y mantequilla para poder trabajarla mejor.

Una vez la masa esté lista, cubriremos completamente el fondo de nuestro molde extendiéndola de manera uniforme sobre esta. Una vez listo, metemos en el horno ya precalentado a 170 ºC durante 20 minutos o hasta que adquiera un tono dorado, una vez esté listo sacamos y dejamos que se temple dentro del mismo molde.

Mientras se va cocinando la masa en el horno podemos aprovechar para hacer la crema de limón. Para ello ponemos en un cuenco el azúcar con los huevos y batimos hasta que se forme una crema de color blanco y se doble de tamaño.

Una vez tengamos la crema lista, vamos añadiendo y removiendo el zumo de los limones y la ralladura, una vez haya ligado vamos añadiendo la harina poco a poco y sin dejar de batir para evitar que queden grumos en la crema.

Lista la crema, vertemos sobre la masa ya cocinada y templada. Metemos en el horno a 150 ºC durante aproximadamente 25 minutos hasta que la superficie de la crema quede un poco tostada. Sacamos del horno y dejamos templar sin desmoldar.

Una vez que no desprenda calor, procederemos a meter en el frigorífico al menos una hora para que la crema termine de coger consistencia, una vez pasado este tiempo ya podremos desmoldar.

Se puede decorar con azúcar glass por encima o en el caso de hacerlo en un molde cuadrado o rectangular, cortarlo en pequeños cuadraditos para la hora de tomar el café o té.

Espero que os haya gustado la receta y que dejéis vuestras impresiones si os animáis a probar.